Los ejercicios hipopresivos: un método que transforma el cuerpo y la vida
- Susana Tapia
- 14 feb
- 4 Min. de lectura

Cuando descubrí los ejercicios hipopresivos, estaba en un momento en el que sentía que había perdido el control sobre mi cuerpo. Mi suelo pélvico ya no respondía como antes, mi postura empeoraba, el dolor de espalda era constante y mi abdomen se sentía debilitado y sin tono. Después del parto, nadie me había hablado de la diástasis abdominal, y sin embargo, muchas mujeres la experimentan sin siquiera saberlo.
Comencé a practicarlos casi por necesidad, pero lo que descubrí fue mucho más que un simple entrenamiento: los hipopresivos no son solo ejercicios, son un método para reapropiarte de tu cuerpo y recuperar su funcionalidad.
¿Qué son los ejercicios hipopresivos?
Los hipopresivos combinan técnicas de respiración y posturas específicas que activan la musculatura profunda, trabajando de manera respetuosa con el cuerpo. A diferencia de otros ejercicios y deportes que aumentan la presión interna y pueden agravar problemas como el prolapso, la diástasis o la incontinencia, los hipopresivos trabajan sin generar presiones dañinas.
Los ejercicios tradicionales, como correr, levantar pesas o hacer sentadillas, aumentan la presión intraabdominal. Esto significa que los músculos superficiales se contraen, pero al mismo tiempo se genera una fuerza descendente sobre los órganos internos y el suelo pélvico. Con el tiempo, esto puede debilitar estructuras ya frágiles o empeorar condiciones preexistentes como el prolapso y la incontinencia.
Los hipopresivos, en cambio, crean una presión negativa dentro del abdomen, gracias a la combinación de apneas y posturas específicas. Esto permite que los músculos del core se activen de manera refleja y armónica, sin sobrecargar el suelo pélvico ni empujar la pared abdominal hacia afuera. Esa es la gran diferencia que los hace tan efectivos y seguros, especialmente para mujeres con problemas en el suelo pélvico o diástasis abdominal.
A través de una serie de posturas y apneas respiratorias, el cuerpo empieza a responder de manera natural: el suelo pélvico se activa, la musculatura abdominal profunda se tonifica y la postura mejora.
¿Lo mejor? No se trata solo de un ejercicio, sino de una reeducación postural, que te ayuda a ser más consciente de tu cuerpo y a aplicar estos principios en la vida cotidiana. Esto significa moverte con mayor seguridad y menor riesgo de sobrecarga en actividades tan simples pero esenciales como levantar las compras, cargar a tus hijos, ir al baño y mantener una postura correcta durante todo el día.
¿Por qué los hipopresivos son tan efectivos? Los beneficios que experimenté en mi cuerpo
Lo que me convenció de estudiar y practicar este método no fue solo la mejora física, sino la transformación completa de mi conciencia corporal. Por eso, creo que toda mujer debería probarlos al menos una vez en la vida.
1. Fortalecen y protegen el suelo pélvico
Si sufres de incontinencia urinaria o prolapso, sabes lo frustrante y limitante que puede ser. Yo lo viví en primera persona.
Los hipopresivos activan el suelo pélvico sin sobrecargarlo, ayudando a prevenir y mejorar los síntomas de la incontinencia.
Son ideales en el postparto, cuando los músculos están más débiles y vulnerables.
Con una práctica constante, mantienen la tonicidad y funcionalidad a largo plazo.
2. Ayudan a mejorar la diástasis abdominal
Después del parto, muchas mujeres notan que su abdomen no vuelve a ser como antes. Esto puede deberse a la diástasis abdominal, que es la separación de los músculos rectos del abdomen.
Los hipopresivos activan la musculatura profunda, favoreciendo el cierre natural de la diástasis.
Fortalecen el transverso abdominal, el verdadero responsable de un abdomen fuerte y estable.
Permiten trabajar la zona sin generar presiones que puedan agravar la condición.
3. Mejoran la postura y reducen el dolor de espalda
Al trabajar en la autoelongación, activamos el core, permitiendo que los músculos sostengan el cuerpo en lugar de que sean las articulaciones las que soporten el peso.
Los hipopresivos fortalecen la musculatura profunda, que es la que realmente estabiliza la columna vertebral.
Reducen la compresión en la zona lumbar, aliviando tensiones y dolores.
Enseñan a moverse y respirar mejor, lo que impacta positivamente en todo el cuerpo.
4. Reducen el estrés y mejoran la respiración
Un aspecto del que poco se habla, pero que para mí fue fundamental, es la relación entre la respiración y el bienestar mental.
La apnea utilizada en los hipopresivos mejora la capacidad respiratoria y la oxigenación.
Ayudan a reducir el estrés y la ansiedad, mejorando la conexión entre mente y cuerpo.
Favorecen la relajación y la conciencia sobre la respiración, lo que tiene un impacto positivo en la vida diaria.
5. Ayudan a reducir la circunferencia abdominal y la hinchazón
Noté que recuperaba el control de mis músculos abdominales y que el trabajo con el diafragma y el vacío creaba una especie de masaje interno, reduciendo la inflamación y la hinchazón.
Refuerzan los músculos profundos del abdomen, proporcionando un efecto "vientre plano" sin ejercer presiones dañinas.
Mejoran la digestión y la función intestinal.
Reducen la sensación de pesadez y distensión abdominal, que suele acompañar el postparto o los cambios hormonales.
Conclusión: un método que va más allá del fitness
Los hipopresivos no son solo un ejercicio, son una herramienta para reconectar con tu cuerpo y mejorar tu calidad de vida.
Si me hubiera conformado con las primeras respuestas que me dieron los médicos, hoy seguiría simplemente gestionando el problema en lugar de enfrentarlo. Pero decidí no resignarme.
Y si estás aquí leyendo esto, quizás tú también estés buscando algo más que un simple entrenamiento. Algo que te ayude a recuperar tu funcionalidad y tu bienestar.
Los hipopresivos me cambiaron la vida, y pueden cambiar la tuya también. Si quieres comenzar este camino, yo estoy aquí para guiarte.
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